Monday, May 10, 2010

Reuters: Extrema izquierda pierde brillo en América Latina

Foto: Archivo

“Patria, socialismo o muerte”, rezan enormes letras rojas de una pinta callejera en un típica pared de la Venezuela del presidente Hugo Chávez.

Pero más adelante en la misma calle, sus partidarios rezongan en un mercado estatal ante estanterías medio vacías y la ausencia de carne y vegetales.

Tras 11 años de lucha contra el capitalismo -que lo ha convertido en líder de una década de victorias para la izquierda en América Latina- los símbolos del fervor revolucionario están por todas partes.

Sin embargo, bajo la superficie, hasta sus seguidores están cada vez más descontentos por el segundo año consecutivo de contracción económica y el abierto autoritarismo.

“Fue nuestra única esperanza en su momento, pero no me calo que nos convierta en otra Cuba. Se está pasando”, dijo José Quintero, que se considera “medio chavista” aunque se abstendrá en la elección legislativa de septiembre como protesta.

Izquierdistas de línea dura en América Latina -como el ecuatoriano Rafael Correa, el nicaragüense Daniel Ortega y el cubano Raúl Castro- ganan apoyo entre los pobres a través de un fuerte gasto en programas sociales, pero no logran activar sus economías, decepcionando a seguidores dentro y fuera de casa.

La centro izquierda que dirigió Chile dos décadas perdió el poder frente al millonario conservador Sebastián Piñera.

Las propuestas “chavistas” en Perú, Ollanta Humala, y México, Andrés López Obrador, estuvieron cerca de ganar en el 2006, pero ahora lucen débiles para las próximas elecciones.

Las propuestas “chavistas” en Perú, Ollanta Humala, y México, Andrés López Obrador, estuvieron cerca de ganar en el 2006

Los socialistas más exitosos parecen ser quienes se asemejan al presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, que matizó su retórica y adoptó políticas ortodoxas que le llevaron a iniciar el mayor boom económico en tres décadas.

El ministro de Economía de México, Gerardo Ruiz, opinó que una mayor madurez política asfixia a los radicales de ambos extremos, después de la ristra de golpes de Estado militares y rebeliones de izquierda de la segunda mitad del Siglo XX.

“En esos países donde se ha consolidado la democracia clara es muy difícil que haya un gobierno radical en cualquier extremo, derecho o izquierdo”, dijo a Reuters en el Foro sobre Inversión en América Latina.

¿La izquierda dejó atrás sus mejores días en la región?

Seguramente no. La mayor parte de los expertos separan rápidamente la situación de la izquierda “bolivariana” -nombrada por el héroe independentista Simón Bolívar que inspira a Chávez- y la centro izquierda representada por Lula y sus similares como el presidente uruguayo, José Mujica.

“Nunca ha sido un movimiento homogéneo”, dijo la analista Jimena Blanco de Latin American Newsletters, basada en Gran Bretaña. “El radicalismo de la izquierda ‘bolivariana’ ha perdido mucha solidez y fuerza. No tiene el mismo atractivo”, agregó.

Pero la centro izquierda parece haber llegado para quedarse, pese a que estaría más propensa a alternarse el Gobierno con la centro derecha.

Mientras frustran a sus seguidores, los problemas de los radicales son un alivio para Wall Street y el Gobierno del presidente de Estados Unidos Barack Obama.

“La vasta mayoría de los gobiernos del hemisferio (…) han escogido un camino que se inclina más hacia el lado de abrir nuestras economías, tratar de aumentar la transparencia y de luchar contra la corrupción”, dijo la semana pasada a Reuters el secretario adjunto de Estado para el Hemisferio Occidental de la Casa Blanca, Craig Kelly.

“El hecho de que no estén buscando esas soluciones utópicas ahora es una buen señal”, agregó.

INVERSIONISTAS ALIVIADOS

Inversionistas extranjeros han puesto dinero en América Latina, que en general ha sorteado bien la crisis económica global y se espera que crezca un 4 por ciento o más este año.

El analista Patrick Esteruelas, de Eurasia Group, afirmó que la región aumenta su atractivo con el declive de modelos no ortodoxos.

“Una izquierda parece haberse atrofiado mientras que la otra se ha consolidado como parte de un nuevo centro. Por mucho que Chávez y Correa permanezcan institucionales y cuenten con una oposición dividida, ambos están en declive”, dijo.

Chávez celebra la retórica izquierdista de la presidenta argentina, Cristina Fernández, quien continúa apoyada por sindicatos y los beneficiarios del fuerte gasto en programas sociales. Pero sus políticas son más pragmáticas que ideológicas y su popularidad está en menos del 30 por ciento.

En México, López Obrador, del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), perdió la presidencia por escaso margen en el 2006, pero enojó a los moderados al protestar los resultados con manifestaciones callejeras. Divisiones en el PRD lo alejan de situarse en la cabeza en la contienda del 2012.

Marcelo Ebrard, alcalde de Ciudad de México, se presenta como un izquierdista moderado de pensamiento moderno con miras a abanderarse por el PRD y afirma que la tendencia necesita combinar el énfasis social con sólidas políticas económicas.

“Brasil es un buen caso”, dijo a Reuters en el Foro sobre Inversión en América Latina. “No creo que podemos hacer aquí una cosa como lo de Chávez”, agregó.

En Colombia, el radicalismo de sus vecinos Venezuela y Ecuador desafía a los votantes que este mes elegirán al presidente entre defensores del libre mercado.

Por su parte, Bolivia desafía etiquetas simplificadoras con el presidente Evo Morales -aliado del Chávez y primer indígena que dirige el país- que logró un crecimiento económico del 3,4 por ciento en 2009 pese a la crisis global.

“Eso pondría a Morales en una clase aparte”, dijo Esteruelas. “Lidera tanto una corriente política indígena como ideológica”, agregó.

Sin embargo, nadie está previendo una salida anticipada para hombres fuertes de la izquierda como Chávez o Correa pese a la aparente falla en su modelo de nacionalizaciones, subsidios y creciente control estatal. Todos tienen apoyos sólidos, a pesar de las insatisfacciones de sus seguidores.

“No vamos a despertarnos y al final de este año Chávez no estará aquí”, dijo Blanco. “Pero también está claro ahora que América Latina no retornará a los años 1960 o 70″, señaló.

(Reporte adicional de Mica Rosenberg, Jason Lange y Catherine Bremer en México; Todd Benson en Brasil; Fiona Ortiz en Buenos Aires, y Deborah Charles en Washinton; Editado en español por Silene Ramírez)

Vía Reuters


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