Una vez más el coordinador nacional de Primero Justicia Julio Borges, advirtió a los venezolanos que el régimen marxista que viene implementando el Gobierno está dando al traste con la producción nacional y, por ende, con la mal llamada soberanía alimentaria.
Borges hizo el alerta este domingo durante su acostumbrada rueda de prensa en la cualcuestionó el camino marxista asumido por el Presidente, quien tiene una obsesión egoísta por controlar todo y ser dueño de absolutamente todo.
“Desde Primero Justicia hemos venido insistiendo en las graves consecuencias que está teniendo para el bienestar de Venezuela el camino marxista” y prueba de ello son las recientes declaraciones de altos personeros del Gobierno, según las cuales la propiedad privada no es sagrada y que los medios de producción claves serán tomados por el Estado.
Borges le preguntó a cada venezolano si no es sagrado el derecho a ser propietario o si no es sagrado el sueño de cada familia de llegar a tener algo para dejarles a sus hijos. “Tener esa oportunidad es una de las principales razones para trabajar todos los días, esforzarse y progresar. Lo que no es sagrado es un Gobierno que pretende adueñarse de todo”.
El dirigente de la tolda amarilla resaltó que cada día resulta más larga la lista de expropiaciones ordenadas por el Presidente como si fuera un juego de mesa que denominó “Expropioly”, cuyo único objetivo es adueñarse de absolutamente todo.
A esto hay que sumarle la guerra permanente contra la iniciativa privada que ha llegado al extremo de meter presos como vulgares delincuentes a pequeños comerciantes carniceros, atrapados en un sistema de control de precios que no es sostenible ni se ajusta a las realidades de los costos y la inflación desatada en el país.
“¿No y que la propaganda que pusimos al aire durante la campaña de la reforma sobre una carnicería era un mensaje engañoso? El tiempo nos ha dado la razón. Y ante esta situación, ¿cuál ha sido la respuesta del Gobierno? Mandar a importar reses de Brasil en lugar de incentivar la producción nacional”.
Esta ha sido la constante del gobierno: destrucción de la producción nacional.
Borges trajo a colación la más reciente historia de la producción azucarera, que pareciera calcada de lo ocurrido hace años en Cuba, país que el Presidente tanto utiliza como modelo para todo.
“En estos días fueron expropiadas tres centrales azucareras con el supuesto objetivo de elevar la producción nacional y disminuir las importaciones. Tamaña burla por parte del Gobierno ya que la realidad nos dice exactamente lo contrario”, acotó.
En los últimos 5 años, el Gobierno ha expropiado 10 centrales, controlando así más del 60% de los ingenios del país, pero cada día la producción nacional es menor, pues importamos más y el desabastecimiento en este rubro alcanza cifras récord.
Desde 2005, la producción nacional de azúcar ha bajado 30%. Teniendo 10 centrales éstas sólo aportan el 20% de la oferta nacional, mientras que los seis restantes en manos privadas, proveen 80%.
Mientras en 2005 la producción nacional cubría 66% de la demanda, el año pasado cayó al 46% teniendo que importarse más de la mitad del azúcar que consumimos. Hace unas semanas tuvimos el lamentable récord de 87% de desabastecimiento de azúcar en el país.
“Esto demuestra el rotundo fracaso asociado a las expropiaciones. Cada vez que el Gobierno se adueña de una finca cañicultora promedio de unas 150 hectáreas, 22 mil venezolanos se quedan sin azúcar por todo un año, equivalente a la cantidad que se requiere para elaborar un millón de tortas o dulces”.
“¿Dónde queda entonces tanta paja que se dice permanentemente de la soberanía alimentaria? ¿Cómo se entiende un Gobierno que se proclama nacionalista si cada día acaba más con la producción nacional?”, dejó la interrogante en el aire.
Luego de este análisis, Borges hizo una propuesta radicalmente distinta frente a este camino del marxismo.
“Desde Primero Justicia promovemos la Economía Social de Mercado, donde el Gobierno incentive fuertemente la inversión privada y la producción nacional como se hace en países europeos o sin ir tan lejos, como lo hace Brasil o Chile”.
Dijo estar convencido de que sólo con la iniciativa privada será posible aumentar la producción nacional y disminuir radicalmente las importaciones. “Sólo con reglas claras, con un Gobierno fuerte que las haga cumplir podremos evitar esta tragedia que vemos hoy con la producción de azúcar o con los carniceros. Justicia es producir en Venezuela lo que comemos los venezolanos”, concluyó.
Vía “Prensa Primero Justicia”
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